En los últimos años, Colombia ha sido testigo de un notable aumento en la popularidad de las "Tiny Houses", casas diminutas o casas prefabricadas, una tendencia arquitectónica y de estilo de vida que está ganando terreno en todo el país. “Estas son viviendas de entre 30 y 40 m2 en entornos urbanos. Suponen que una persona puede vivir en ese espacio y que comportan una importante reducción de costos además de un menor consumo de espacio y recursos, su ventaja principal radica en que disminuye el impacto medioambiental por persona/m2” afirma Daniel Zampa, docente de Esdesign perteneciente a Planeta Formación y Universidades.

El fenómeno de las Tiny Houses está siendo impulsado por una variedad de factores, entre los que se incluyen la creciente preocupación por la sostenibilidad ambiental, el aumento de los costos de vivienda en las áreas urbanas y el deseo de simplificar la vida y reducir el consumo. En Colombia el 64% de los compradores de vivienda, hacen parte de la generación millennial, el 67% son solteros entre los 25 y 40 años y de ellos el 95% no tienen hijos, según reveló un estudio de mercado realizado por la constructora Cusezar.

Sin embargo, el acceso a una vivienda propia cada vez se ve más lejos para los colombianos, según Guillermo Herra presidente de Camacol, afirma que “la brecha en cuanto a asequibilidad a la vivienda es preocupante, pues los hogares colombianos han perdido un 10% de su capacidad de compra; pero la brecha es mucho mayor en ciudades como Bogotá y Medellín, donde los porcentajes de asequibilidad se deterioraron en un 32% y 25% respectivamente”.

Las Tiny Houses modifican la forma de experimentar la vida en la ciudad, “el espacio urbano no puede crecer fácilmente en las ciudades compactas, por lo que este tipo de viviendas puede ser una solución asequible para muchas personas que viven o quieren vivir solas” expone Zampa. Estas pequeñas casas ofrecen soluciones habitacionales innovadoras para una variedad de necesidades, desde viviendas permanentes hasta opciones de alojamiento para turistas y espacios de trabajo remoto.

Además de sus ventajas ambientales y económicas, estas también promueven un estilo de vida más minimalista y centrado en las experiencias en lugar de las posesiones materiales. Muchas personas que optan por vivir en Tiny Houses encuentran una mayor libertad y flexibilidad sin estar cohibidos por una hipoteca o por una gran cantidad de pertenencias.

A medida que la tendencia de las Tiny Houses continúa ganando impulso en Colombia, se están desarrollando comunidades y proyectos específicamente diseñados para este estilo de vida, también, las casas prefabricadas están tomando mayor impulso por su asequibilidad, sostenibilidad y reducción de costos y espacios, por lo que en el país ya muchas empresas están llevando a cabo estos servicios de modo que le puedan ofrecer a los colombianos mejor comodidad adaptándose a esta nueva tendencia.

“Adaptarse a este estilo de vivienda puede ser algo positivo en la medida que muchas personas solas puedan tener un espacio a la medida de sus necesidades (jóvenes o personas mayores, por ejemplo), además, la idea de “hogar” dependerá de cómo el usuario pueda personalizarlas a sus gustos y necesidades” concluye Zampa. A medida que más personas descubran los beneficios de este estilo de vida, es probable que la tendencia de las Tiny Houses continúe creciendo y evolucionando en los próximos años.